El MIR es responsable de mala praxis si existe en su acción un “desconocimiento inexcusable” o se extralimita
El abogado Manuel Alejandro Ruiz González ha estudiado los casos en los que el médico interno residente puede incurrir en responsabilidad por negligencia derivada del ejercicio de la profesión. De su estudio se concluye que el MIR solo es responsable cuando ha existido un “desconocimiento inexcusable” en su actividad o cuando se ha extralimitado en sus funciones.
En cuanto al “desconocimiento inexcusable”, ha de ser graduado conforme a su programa formativo y según va adquiriendo las competencias de un especialista. Así, a un MIR de primer año se le presupone un conocimiento predicable a un licenciado de Medicina, y por tanto, un desconocimiento mayor y menor responsabilidad; mientras que a un residente de último año, se le presupone un conocimiento profundo de la lex artis (criterios, protocolos, pautas…) que comporta mayor responsabilidad.
La Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias otorga al MIR esta responsabilidad progresiva, a la vez que establece una necesidad de tutela, dirección y apoyo en el ejercicio de su actividad. En este sentido, el MIR puede incurrir en responsabilidad ante una mala praxis cuando actúe al margen del tutelaje o vigilancia del adjunto.
En el caso contrario, si el MIR avisa al adjunto pero este delegue en el residente cuya formación no le permita actuar de forma autónoma, la responsabilidad civil será del centro médico y del propio residente si incurre en un caso de desconocimiento inexcusable. En los casos en los que reciba una negativa del adjunto a asistirle en una actuación, el MIR deberá hacerlo constar a través de cualquier medio (listado de llamadas si se ha pedido por teléfono, o declaraciones de testigos…), de otra forma tendrá que asumir una responsabilidad por extralimitación de sus funciones.
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