Ginecología y Obstetricia. Los postMIR realizan sustituciones y guardias durante más tiempo antes de encontrar una plaza definitiva

El futuro para los médicos residentes de las especialidades que antes se consideraban ‘con buena salida’ ya no está tan asegurado como hace unos años. Si hace unos días, los anestesiólogos alertaban de una bolsa de médicos en paro, ahora son los ginecólogos quienes se lamentan de las condiciones laborales de los postMIR.

Los jóvenes especialistas formados en Ginecología y Obstetricia tienen “más dificultades para encontrar un trabajo estable que hace unos años”, confiesa el presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, José María Lailla. De este modo, los postMIR deben hacer sustituciones en los centros de Atención Primaria y guardias en hospitales comarcales durante más tiempo antes de encontrar una plaza definitiva.

Según comenta José María Lailla, las sustituciones y las guardias también se sucedían en su época, sin embargo, “era un tiempo relativamente corto” y tras este periodo había “una oportunidad de integrarse en algún hospital”.

La dificultad de encontrar trabajo fijo en un hospital está ocasionando que muchos residentes en la actualidad adopten la decisión de integrarse en la medicina privada, “participando en equipos más o menos numerosos que atienden a pacientes de la privada y mutualidades”, asegura el presidente de la SEGO.

Feminización

Una de las características de la especialidad de Ginecología es su alto grado de feminización. En este sentido, José María Lailla quiere dejar claro que “la presencia de más mujeres en nuestra especialidad de ninguna de las maneras influye en la asistencia, docencia e investigación”, además, señala que “la mujer mantiene e incluso mejora los estándares de calidad que se han tenido hasta el momento actual”.

Sin embargo, cree que ante este hecho se deberían modificar las leyes para poder conciliar el trabajo laboral y la familia. “Esto es válido tanto para la mujer como para el hombre, pero la realidad actual es que, por ejemplo, de las bajas de maternidad, el 90 por ciento las realizan en su totalidad las mujeres y sólo en un 10 por ciento se comparten, por ello hemos de buscar el sistema de poder conciliar ambas cosas”, finaliza el presidente de la SEGO.

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