LOS DIEZ PRINCIPIOS DE LA MEDICINA DE URGENCIAS

Objetivo: Realizar estos principios es mejorar el manejo (calidad , tiempo) de  nuestros pacientes y evitar errores indeseables.

1.       Asegurar ABC:

A. Lo primero es asegurar que la vía AÉREA sea permeable

B. Que exista RESPIRACION

C. Control del estado Hemodinámico y CIRCULATORIO

D. Valoración del ESTADO NEUROLOGICO

E. EXPOSICION del cuerpo y protección térmica del medio ambiente

F.  C onstatar los tonos cardíacos del feto en embarazadas

G. Necesidad de proteger al paciente  (las barandillas  de  la  camilla  siempre  deben estar levantadas.  Pensar que  el paciente, incluso despierto ,  puede  caerse  y que los ancianos y confusos tienen más probabilidades) y en la embarazada necesidad de colocarla en decúbito lateral (para evitar compresión de la vena cava inferior)

 

2.       Considerar la administración de Naloxona, Anexate, Glucosa o Tiamina: Deben administrase las cuatro en todo paciente con el nivel de conciencia deprimido.

 

3.       Hacer test de embarazo: Los datos sobre el ciclo menstrual y la toma de anticonceptivos no suelen ser reales.

 

4.       Asumir lo peor: Uno de los errores más frecuentes es minimizar la magnitud de la enfermedad debido, en muchos  casos, al número excesivo de pacientes que acuden al Servicio de Urgencias y en otras a que el paciente no colabora .

 

5.       No enviar ningún paciente inestable a radiología:  Si hay que practicar un estudio radiológico a un paciente inestable , el médico responsable del mismo debe acompañarlo.

 

6.       Indagar los signos de alarma (“Red Flags”):

Primero y principal son los 4 signos vitales (Respiración, Tensión Arterial, Frecuencia Cardíaca y Temperatura), que deben ser siempre evaluados y constar por escrito.

Segundo, la edad, especialmente los extremos de la banda de edad ,  que pueden alertar al clínico de la  presencia potencial de morbilidad . (La  presencia  de factores de riesgo de  HIV es otra “red flag ”, sobre todo si se precisa realizar cualquier maniobra)

Tercero cualquier retorno al Servicio de urgencias por la misma dolencia .

 

Por último hay tres cuestiones que  debemos preguntar  a  cualquier  paciente  en el  S . U .  Una respuesta negativa a cualquiera de ellas es otra “red fla g ”.

Primera: ¿ HA PADECIDO DE ESTA  ENFERMEDAD ANTES ? Si la dolencia es nueva requiere un acercamiento diagnóstico distinto que si es crónica .

Segunda: ¿ PUEDE  EL PACIENTE ALIMENTARSE POR BOCA ?, y

Tercera: ¿ PUEDE  EL PACIENTE  CAMINAR ? .  Si el paciente  es incapaz  de  valerse  por sí mismo y lo hacía previamente no puede  ser dado de alta a su domicilio de forma rutinaria .

 

7.       No hay sólo una verdad. No fiarse de nada, ni  siquiera de uno mismo: Los errores se cometen con frecuencia  cuando dependemos de  suposiciones. Las decisiones importantes deben basarse en hechos, no en rumores ni en la perspicacia de alguien que lo presenta como verdadero. Las palabras de un médico o enfermero no sustituyen a las notas clínicas. Un EKG o una RX no sustituyen a la exploración física .

Este  principio significa  también que  hay que  ser precavido con la  confianza  ciega  en la perspicacia  y opiniones de los demás .  Siempre hay que  estar conforme con  el consejo  del especialista ,  pero los médicos de urgencias deben recordar que frecuentemente  ellos saben más sobre el paciente .

Es importante  tener una  mente  abierta , la  mayoría  de nuestros peores errores sobrevienen cuando adoptamos una  mente  cerrada  sobre  el paciente  y rechazamos las opiniones de los demás o los datos que  cambian nuestra  opinión inicial.  El médico de  Urgencias no debería tener miedo a pedir ayuda . La familia , los amigos, los enfermeros y los estudiantes de medicina frecuentemente proporcionan  unas  observaciones acertadas que pueden alterar positivamente el curso de la enfermedad del paciente . No dejarse aconsejar es rechazable . La soberbia es el peor de los enemigos.

 

Aprender de los errores: Se cometen errores de  distinta  gravedad a  pesar de nuestro nivel de experiencia . La llave para tratarlos apropiadamente es no negarlos, pero antes tenemos que reconocerlos y aprender de ellos.  No es bueno vivir con nuestros errores.  Es mejor utilizarlos para llegar a ser un experto en nuestro trabajo. Nadie es inmune a los errores. Con los colegas no conviene ser demasiado críticos. Debemos aprender de  cada uno de nuestros errores, no utilizarlos para imputárselos a los demás.

 

Tratar a los demás como si fueran de tu familia: Cuando  afrontamos una  decisión difícil o dilema ético, deberíamos considerar cómo nos gustaría que un miembro de nuestra  familia fuera tratado. Los pacientes no son el enemigo. A veces tienen conductas que no nos gustan, pero todo paciente debe ser tratado dentro del contexto de su enfermedad. Desafortunadamente , la enfermedad contribuye  a  producir comportamientos no deseables, incluyendo enfermedades psiquiátricas, problemas familiares, adicción a  drogas y estrés en el trabajo .  Nuestras vidas están moldeadas por el estrés. Estamos para tratar no para juzgar.

Este principio puede aplicarse también a colaboradores. El trato respetuoso a los colegas, a los residentes, a los enfermeros, a los celadores, e t c . debe ser nuestro objetivo.

La información es otro punto clave  de nuestra  actividad en el S . U . Sólo si explicamos lo que hacemos podrán respetar nuestro trabajo.

 

Cuando se duda, el error cae sobre el paciente: No hay que  huir de  un elemento de incertidumbre en la  medicina,  particularmente  en la  medicina de urgencias.  Como médicos, nuestro último objetivo debe  ser aliviar los síntomas.  Cuando existe  una  significativa incertidumbre, los médicos de urgencias deben estar seguros de que las decisiones que van a tomar potencialmente  pueden tener un mal resultado. Siempre que fallemos tiene  que ser de tal modo que  el paciente sufra  lo menos posible . La  decisión de ingresar o dar de  alta , hacer otra prueba , llamar a una consulta debería hacerse siempre buscando lo mejor para el paciente y su seguridad , como los factores de decisión más importantes. Nuestra última meta no debe ser ahorrar dinero, mantener camas libres ni proteger nuestros intereses.

 

CONCLUSIONES

Estos  diez principios hacen crecer nuestra experiencia como médicos de urgencia .

Nadie es capaz de tenerlos en cuenta a la vez . Probablemente hay muchos ejemplos de excepciones y adiciones a estos principios. Las excepciones son buenas si se hacen con conocimiento. El número de excepciones que un médico haga debería aumentar nuestro nivel de experiencia .

Debemos tener en nuestra mente el mayor número de estos principios para prevenir errores y mejorar el cuidado de nuestros pacientes.

 

fuente y acceso al manual de urgencias completo

http://www.semescanarias.org/web/d125/MANUAL%20URGENCIAS%20NEGRIN1-200-1.pdf